Transcurrió sigilosamente, como un viento cálido, que da vida, a pesar de que haya quienes quieran entornar la puerta para no dejar pasar al viento vital.
La participación fue también extraordinaria y entre tod@s hicieron que la tarde fuera espléndida en la que aprendimos mucho de todos los compañeros y compañeras.
Todo fue verdad y tuvo sentido al salir de nuestros labios y, sobre todo, de nuestros corazones.
Gracias a Larisa y Lola por las fotos.