No hay cobijo para quien pretende ser Quijote con fiel Sancho Panza venido a menos, si pretende perritos falderos que le ladren al compás. Ya que la vida le devuelve malas hierbas y los molinos se convierten en realidad para hacerle ver que su ombligo no es lo único que existe, ese está lleno de pelusas y tarde o temprano, tropezar con ellas será aquello que le harán despertar del sueño del ego eterno.
Ser artista no te da el poder, mas tú piensas que haber sido bendecido porello te hace especial, pero nada más lejos de la realidad, mirate al espejo y entenderás a qué me refiero...
Poesía y machismo. Machismo y poesía... tanto monta, monta tanto si lo que se pretende es invisibilizar a la mujer.
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